Atravesando la ciudad de San Pablo, en mayo de 1991, Chiara Lubich, Fundadora de Economía de Comunión (EdC), quedó impresionada al ver que al lado de rascacielos de lujo habían grandes extensiones de “favelas”.
Para Chiara –que era de una sensibilidad aguda- no le fue indiferente esta desigualdad abrumadora y, cuentan quienes la acompañaban, que este episodio la dejó por una semana enferma en cama.
Lo que nadie sospechó es que de esa conmoción nacería una nueva corriente económica que 25 años después sigue inspirando a mujeres y hombres en todo el mundo. Sobre todo a empresarios que hacen de su empresa algo más que una “empresa”.
EdC y el Programa TSNoa
En una preciosa casa de Retiro, en Cochabamba (Bolivia), el equipo tsnoa, junto a 35 personas de diferentes nacionalidades (Argentina, Perú, Bolivia, Colombia, Italia), se reunieron para profundizar este carisma que promete muchos frutos pero que exige vocación, capacitación, confianza, y entrega.
Gracias a las más de 800 empresas en el mundo adheridas a Economía de Comunión, los emprendimientos que forman parte del Programa han podido recibir financiamiento, durante los últimos dos años, mediante AMU (organismo que las nuclea). Y si bien estamos vinculados hace tiempo a #EdC, es la primera vez que como equipo tenemos la oportunidad de hacer un paréntesis en el trabajo y participar de este espacio.
Queremos agradecer a Amu que nos permitió llegar a Cochabamaba. A la comunidad #EdCBolivia que nos recibió con tanto cariño desde que llegamos hasta que nos fuimos. Y a todas las personas y empresarios que nos inspiraron con su estilo de vida.
¡GRACIAS!